La tos es uno de los síntomas más comunes de las enfermedades infantiles aunque la tos puede sonar terrible, generalmente, no es signo de una afección grave. De hecho, toser es un reflejo saludable e importante que ayuda a proteger las vías respiratorias de la garganta y el pecho.

Lo anterior no significa que a veces, la tos de tu hijo puede ameritar una visita al médico. Entender lo qué significan los diferentes tipos de tos te ayudará a saber cómo ocuparse de estas y cuándo se debe visitar al médico.

Tos perruna (parecida a un ladrido)

Este tipo de tos generalmente de debe a inflamación en la parte superior de las vías respiratorias. La mayor parte del tiempo, la tos perruna se debe a un crup, que es una inflamación en la laringe y tráquea.

Normalmente, el crup es consecuencia de una infección por virus, pero también puede ser causado por alergias o cambios en la temperatura por la noche. Los niños más jóvenes tienen vías respiratorias más pequeñas y, si se inflaman, dificultan la respiración. Los niños menores de 3 años corren un mayor riesgo de padecer crup debido a que sus vías respiratorias son muy angostas.

Tos ferina

La tos ferina también conocida como pertussis, es una infección de las vías respiratorias causada por la bacterias. Los niños con pertussis presentan tos convulsiva (o convulsa) continua sin respiración entre una y otra. Cuando paran de toser, inhalan profundamente generando un sonido similar a un silbido. Otros síntomas son goteo nasal, estornudos, tos leve y febrícula.

A pesar de que la pertussis puede suceder en cualquier edad, es más grave en infantes menores de 1 año que no fueron inmunizados contra la misma. La ferina es muy contagiosa, es por esto que su hijo debe recibir la inmunización a los 2, 4, 6, 15 meses y entre los 4 y 6 años de edad. Esta vacuna se administra como parte de DTaP (difteria, tétanos y pertussis acelular).

La vacuna Tdap (que es similar a la DTaP pero con una menor concentración de toxoide de difteria y tétanos para adultos) se administra a niños de entre 11 y 12 años y luego nuevamente una vez adultos, como parte de uno de los refuerzos contra el tétano. Se recomienda que los adultos reciban esta vacuna dado que la inmunidad a la pertussis disminuye con el tiempo. Al protegerse usted contra tos convulsa, también previene que sus hijos la contraigan.

Tos con silbido

Si tu hijo hace un silbido al exhalar, esto podría indicar que las vías respiratorias inferiores en los pulmones están inflamadas. Esto puede ser el resultado de asma o de una infección viral (bronquiolitis). El silbido también puede ocurrir si las vías respiratorias inferiores están obstruidas por un cuerpo extraño por lo que hay que revisar y tomar precauciones.

Tos nocturna

Muchas toses empeoran a la noche. Si su hijo esta resfriado, la mucosidad de la nariz y los senos nasales puede bajar por la garganta y provocar tos mientras duerme. El único problema sería que la tos no deje dormir a tu hijo.

El asma también puede provocar tos nocturna debido que las vías respiratorias tienden a estar más sensibles e irritables por la noche.

Tos diurna

El aire frío o la actividad pueden empeorar la tos durante el día. Intente asegurarse de que nada en su casa, como un ambientador, las mascotas o el humo (en especial el humo de tabaco), haga toser a su hijo.

Tos con fiebre

Un niño con tos, fiebre leve y goteo nasal probablemente tenga un resfriado común. Sin embargo, la tos con fiebre de 39°C (102°F) o más puede deberse a una neumonía, especialmente si el niño se encuentra débil y respira agitadamente. En este caso, deberá llamar inmediatamente al médico.

Tos con vómitos

A menudo, los niños tosen tanto que estimulan el reflejo del vómito. Además, un niño con tos y resfriado o un ataque de asma puede vomitar si baja mucha mucosidad al estómago y causa náuseas. Normalmente, esto no es motivo de alarma a menos que los vómitos no césen.

Tos que no se quita, tos persistente

La tos causada por resfriados producto de un virus puede durar semanas, especialmente si su hijo contrae un resfriado seguido a otro. El asma, las alergias o una infección crónica en los senos nasales o en las vías respiratorias también pueden provocar tos persistente. Si la tos dura 3 semanas, se debe visitar al médico.

¿Cuándo llamar al médico?

La mayoría de las toses infantiles no son preocupantes. Sin embargo, llame a tu médico si su hijo:

• Tiene dificultades para respirar o hace gran esfuerzo para respirar
• Respira más rápido que lo usual
• Sus labios, cara o lengua tienen un color azulado u oscuro
• Tiene fiebre (especialmente si tose pero NO tiene la nariz tapada o con goteo)
• Tiene un poco de fiebre y es menor de 3 meses
• Es un infante (de 3 meses o menor) que ha tosido durante más de algunas horas
• Hace un sonido parecido a un silbido cuando inhala después de toser
• Escupe sangre
• Tiene estridor (un sonido musical o grueso) al inhalar
• Hace un silbido al exhalar (a menos que ya cuente con un plan de atención para el asma de su médico)
• Está débil, muy o irritable
• Está deshidratado

¿Qué hará el médico?

Una de las mejores formas de diagnosticar la tos es escuchando. Al escuchar cómo suena la tos y otras valoraciones, el médico podrá decidir el tratamiento para su hijo. El tratamiento para los distintos tipos de tos puede variar según la causa.

Si tu hijo presenta algunos de los síntomas anteriores consúltalo. En Cerya contamos con médicos pediatras altamente capacitados en el diagnostico y tratamiento de enfermedades.